Deriva

Podemos ser sobrio en nuestras opiniones y no pasar por la decadencia de nuestros fundamentos. Paseaba por el balcón de mi habitación y mi vista se fijaba en el firmamento puesto por Dios y adornado por Él. Es bello, no lo dudo.

Las estrellas brillaban entre la oscuridad y yo sin poder tocarlas. Frustrado me sentí y la luna me vio, en el fondo de su frío y rocoso interior nació una luz, eso que me apercibió a mirarla.

Ella brillaba y me contaba sus aficiones y tristeza. Me sentía feliz y a la vez preocupado; como un ser inocente puede sufrir así, eso se fijaba en mi mente. Dejame amarte le dije, no podré sostener tus anhelos ni seré tu guía.

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